
El calentamiento global es el tema más inminente del momento y sus impactos son más graves de lo que pensábamos.
Como cristianos sabemos cuál será el fin de esta Tierra, pero hasta tanto Cristo vuelva tenemos la responsabilidad de ser mayordomos fieles.
Apaguemos las luces y a la luz de una vela meditemos en nuestra misión. Es un buen momento para orar y pedir por el derramamiento del Espíritu Santo. Aquí les dejamos el vínculo, para esta iniciativa de la Asociación Vida Silvestre: http://wwfar.panda.org/